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No soy Beatriz de Mesina... Pero puedo ser tan ácida y corrosiva como ella. Y si no, que se lo pregunten a Wayfarer... Pero, como casi siempre, todo es mucho ruido y pocas nueces.

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Beatriz de Mesina/Female/21-25. Vive en Spain/Madrid/Móstoles/Hospital, habla Spanish. Pasa 20% del día contectado/a. Usa una conexión de Fast (128k-512k). Y le gusta Baile/Cine.
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Viernes, 13 de Febrero, 2004

Fox Stinger: GÉNESIS

Capítulo 5: Stinger desaparecido. Combate: Ely contra Obscura.

Una misteriosa chica se tropezó con Juan Pedro. Se llama Ely y les contó que huía de un monstruo. Al necesitar una tarjeta con una clave, Stinger tomó la iniciativa de ir al despacho franco donde Ely creyó ver una. Sin embargo, fue Juan Pedro, junto a Ely, quienes fueron a buscarla. Stinger se quedó solo y la puerta se abrió. Mientras tanto, Ely y Juan Pedro se encontraron con un Genético llamado Dez dispuesto a detenerles. Juan Pedro se va a enfrentar a él. Cuando Ely había subido al piso de arrriba, Dez le lanza una amenaza. La deja ir.

Está a punto de empezar el combate entre Juan Pedro y Dez.

-¿Qué? ¿Empezamos? - desafió Juan Pedro.

-Quieres guerra, ¿eh? Das lástima.

-Pues no te dé tanta porque te vas a llevar una sorpresa.

Dez comenzó a temblar.

-¡¿Eres una creación de El Doctor?! Bueno, no importa. Esa energía no es suficiente para derrotarme.

-Para que veas tu presunción, ni me transformaré.

-¡¿Qué estás diciendo fanfarrón?!

En un abrir y cerrar de ojos, Juan Pedro apareció frente a su enemigo, sonriendo. Dez no salía de su asombro. Hizo un gesto en el que sentía dolor. Un líquido verde surgía de su boca. Se miró el pecho. El brazo de Juan Pedro se lo atravesaba.

-¿Quién..., quién eres tú? - inquirió Dez.

-Nunca lo sabrás.

Una llama de luz blanca se hizo presente en el cuerpo de Juan Pedro. Luego hubo un fortísimo resplandor y un estruendo.

Ely llegaba al despacho franco, en donde pudo escuchar el estrépito.

-¡¿Eh?! ¿Qué ha sido eso? Seguro que ese idiota ha muerto. Uno menos.

De entre las sombras, emergió un ser siniestro detrás de Ely, que estaba en el escritorio frente a un ordenador.

El cuerpo de este ser extraño, bastante alto y corpulento, se confundía con la oscuridad, mas sus ojos rojos se vislumbraban claramente.

-Hola - dijo con voz suave y seria pero varonil -. No te des la vuelta. ¿Qué haces? ¿Ayudando al enemigo?

-¿Eres un siervo de El Doctor? Veo que no te has enterado. Me ordenó que me ganara su confianza y eso estoy haciendo. ¿Algo que objetar?

-Ten cuidado Elisabeth, él está vigilando. Sabe cosas - tanto su voz como su figura se disiparon en la penumbra.

Ely se volteó rápidamente sin lograr verle. Suspiró pensativa.

De nuevo se puso en movimiento reanudando su búsqueda. Indagó en los cajones, en los libros y estanterías, sobre la mesa..., pero no lo halló. Después se dio cuenta de que el ordenador permanecía encendido, sólo que la pantalla estaba apagada. Apretó el botón cerca de la pantalla y gradualmente regresaba una imagen. Unas letras y unos insólitos dibujos.

-¿Y esto? ¿Qué será Proyecto Génesis?

Inició una investigación. No la dio tiempo pues Juan Pedro llegó de pronto.

-¡¿Juan Pedro?! - expresó perpleja -. Estás vivo.

-He tenido mucha suerte. Vino otro tipo que se parecía a mí y se lo cargó.

-No me lo creo. Noté una energía desconocida muy fuerte. No puede ser - cavilaba en su interior -. ¿Sabes algo del Proyecto Génesis?

-¿Génesis? Es un libro bíblico, ¿no?

-Según explica este documento, ha de surgir una persona con una fuerza increíble y una energía fuera de lo común, ilimitada. Menciona que el Génesis evitará la fusión de los mundos - relataba leyéndolo en la pantalla.

-¿Mundos? ¿Es que hay más mundos a parte de este? ¿Qué significa todo esto? - decía Juan Pedro con incredulidad.

-No tengo ni la más remota idea pero parece importante.

-Oye, ¿has encontrado ya la tarjeta?

-No. Pensé que estaba aquí. Ahora tengo que imprimir esta información. Puede ser útil.

-¡No tenemos tiempo! ¡Recuerda que Stinger nos está esperando y solo corre peligro!

-¡Maldita sea! Está bien, vámonos.

Ambos salieron de allí a toda mecha. Al llegar a las escaleras de la entrada principal y bajar por ellas, Ely reparó en que no se hallaba rastro de Dez, sólo algo de polvo en el suelo. No hizo preguntas, mas se quedó intrigada sobre lo que pudiera haber acontecido en esa lucha que no presenció, y si era cierto lo que Juan Pedro le contó y que no acababa de creerse.

Por fin llegaron al lugar donde Stinger quedó en esperarles.

-No está. ¿Dónde se ha metido este chico? Esperemos un momento - sugurió Juan Pedro nervioso.

-Deberíamos intentar abrir la puerta. Aunque no le conozco, pienso que tu amigo hubiera hecho lo mismo, ¿no?

-Puede que tengas razón. Intentémoslo.

Sin motivo aparente, la puerta dio un pequeño chasquido.

-Esto no me gusta nada.

-Y lo que nos espera - añadió Ely.

Penetraron al interior. Cuando la cruzaron se cerró con violencia seguido de otro chasquido. Juan Pedro quiso abrirla de nuevo pero no pudo.

-Es imposible. Hay que seguir adelante - concluyó Juan Pedro resignado -. No se ve ni tres en un burro - bromeó al rato.

-¡Mira! Al final se ve una luz.

Fueron caminando con lentitud, yendo hacia una luz roja que se atenuaba a medida que se acercaban.

Al llegar, se adentraron en un minúsculo recinto en donde sólo se veía un botón rojo que, en ocasiones, aumentaba y disminuía su intensidad y tamaño.

-Tan sólo es un botón - advirtió Ely.

-Pues púlsalo - le dijo Juan Pedro a Ely que se situaba cerca del interruptor.

A pesar de que tenía sus reservas, lo presionó.

La luz se tornó blanca tras un destello. Se abrió un amplio e infinito espacio, cayéndose las paredes como si fueran cartón. Al ver aquello, se quedaron atónitos.

-Es un espacio vacío. Sin horizonte - decía Ely maravillada.

En ocasiones, se tornaba entre gris, azul claro y blanco.

-Esto parece sacado de la casa del terror de un parque de atracciones. ¿No te parece? - sonreía en tono de guasa.

-Nunca he ido a un parque de atracciones - respondió Ely con seriedad al tiempo que pensaba: - Este tío es tan tonto que no se entera de nada. ¿Es así o estará fingiendo? Me da igual, pronto llegará su fin.

-Ahora tendremos que buscar una salida aunque no sea obvia. Siempre la hay, me lo ha demostrado Stinger - reflexionó en voz alta.

-Ah, ¿sí? Ese Stinger tiene pinta de ser muy especial, ¿no?

-Humph, tal vez. Eso se verá - contestó serio.

De improviso, una mujer atravesó el espacio en blanco creando un portal oscuro.

La mujer era negra. Llevaba un traje, de minifalda y sin mangas, de látex, color violeta y ceñido al cuerpo. Un escote pronunciado en forma de "V" la llegaba por debajo del ombligo. Tenía bastante pecho. Su poca cintura, sus caderas y su trasero seducían a Juan Pedro que la miraba entusiasmado. También llevaba unos zapatos con un tacón largo y afilado. Unos lazos morados la rodeaban los tobillos hasta llegar al muslo, enrollado en forma de ligero. Sus piernas eran firmes, largas y duras.

-¡Qué cuerpazo!

-Hola chicos. ¿De visita? Gracias por venir, me serviréis de diversión. Sobre todo tú, guapo - dijo la mujer cautivándole con su seductora voz.

-¡Wow, aquí hay mujeres bien...!

-Deja de babosear o no tendrás tiempo de recoger... - hizo una breve pausa -. Tus miembros - habló con sarcasmo -. Idiota - finalizó malhumorada.

-¿Cómo te llamas guapo? - preguntó la exhuberante mujer, acercándose a Juan Pedro, acariciando su torso, su barbilla, su espalda y se puso detrás de él -. Estás muy bueno - le susurró al oído.

Al oír eso, se le pusieron los colores. En todo el cuerpo le corrió un escalofrío. Sudaba de ansiedad.

-Me llamo Juan Pedro - contestó eufórico -. ¿Y tú, guapa?

-Obscura. ¿Te gusta?

-Un poco tétrico pero original.

-¡Eh, tú! ¡Apártate de él! - exclamó Ely intentando dar una patada al trasero de Obscura.

-Vaya, vaya... Estás celosa - dijo esquivándola.

-¿Te crees que soy estúpida? Es cierto que fisicamente es muy atractivo y... ¡Qué estoy diciendo! ¿Yo? ¿Fijarme en este...? Estás loca - refutó colorada.

-Y tú ciega.

-¡No juegues con nosotros! No estás aquí para flirtear precisamente.

-Qué poco me conoces..., Démonah

-¡¿Démonah?! - repitió Juan Pedro desconcertado.

-De acuerdo, me iré sin rodeos. Vengo a acabar con vosotros - informaba dando un breve paseo -. El chico, mejor dicho, el niño que entró estará muerto ya, así que no hace falta que le sigáis buscando.

-¡Stinger! ¡¿Dónde está?! ¡¿Qué has hecho con él?!

-Le vapuleé un poco y le dejé por ahí para que experimentaran con él. Nadie sobrevive. Aún así me costó. Demostró una gran fortaleza a pesar de esa barriga fofa. Ya será historia. ¡Cómo lo seréis vosotros!

-Vas tú y te lo crees - dijeron Ely y Juan Pedro a la vez.

La negrura iba invadiendo la claridad. Cuando su alrededor se puso negro, Obscura se difuminó con el ambiente. Sin embargo se escuchaba el eco de su voz.

-A ver de lo que sois capaces unos simples humanos.

-No soy un simple humano - murmuró Juan Pedro.

-¡Cobarde! ¡Utilizas la oscuridad a tu favor! - vociferó Ely -. Estúpida, lo que no sabes es que sé tu punto débil. Después de todo te lo voy a agradecer - meditó en voz baja.

Obscura mantuvo a Juan Pedro hechizado y no reaccionaba. Comenzaba a ser atacado por una sombra invisible. A veces interceptaba sus golpes pero no podía resistirse a los encantos invisibles de su enemiga.

-Es una pena que vayas a morir, Juan Pedro - le decía mientras atacaba -. Me hubiera gustado mucho estar contigo antes de matarte.

Mientras, Ely no se movía. Impasible, observaba el combate.

Tras diez largos minutos de combate para Juan Pedro, el cual cayó derrotado, Ely le arremetió una patada a Obscura, chocando con un muro que se resquebrajó.

-¡Maldita seas! ¡Has roto la barrera! - maldecía con la luz descubriéndola -. No me voy a asustar por un agujerito de nada - clavó la mirada a Ely y sonrió -. La victoria será mía y El Doctor me recompensará con ¡más poder! - e inició una transformación.

-Pobre. Si llegas a dañarme El Doctor te eliminará.

Obscura se hizo más alta, más musculosa. Su pelo, cambiando de negro a azul, se puso de punta. Sus ojos se volvieron negros completamente. Dentro de sus venas se podía ver el fluido verde fosforescente que corría apresuradamente.

-¡Eres una pusilánime, transformarte en Genético para eliminar a unos simples humanos! ¡No eres tan fuerte como presumes!

-¡Aaaaaaaargh! ¡Me pones de los nervios! - gritaba sin la voz sensual de antes -. ¡Muéreteeeeeeee!

Obscura se abalanzó desde el aire sobre Ely, la cual despidió una luz brillante sin llegar a apreciar nada.

 

¿Qué son Juan Pedro y Ely que tienen habilidades especiales? ¿Seres humanos? ¿Genéticos? ¿Metamorfos? ¿Otra clase de experimentos? ¿Será cierto que Stinger ha muerto?

 

No te pierdas la semana que viene el Capítulo 6: El regreso de Stinger. Demon, una poderosa amenaza.

 

Continuará...

Esta historia es un relato original protegido y creado por Fox Stinger(M.N.Z.)