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No soy Beatriz de Mesina... Pero puedo ser tan ácida y corrosiva como ella. Y si no, que se lo pregunten a Wayfarer... Pero, como casi siempre, todo es mucho ruido y pocas nueces.

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Beatriz de Mesina/Female/21-25. Vive en Spain/Madrid/Móstoles/Hospital, habla Spanish. Pasa 20% del día contectado/a. Usa una conexión de Fast (128k-512k). Y le gusta Baile/Cine.
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Viernes, 11 de Junio, 2004

Ofrece distribucion gratuita de Linux

Xandros ofrece una versión gratuita de su distribución Linux Xandros Desktop Operating System.

SANTIAGO: Xandros anunció el miércoles 9 de junio la disponibilidad gratuita de Open Circulation Edition de Xandros Desktop Ooperating System, diseñado para PCs de escritorio corrientes.

Hay varias diferencias entre la versión gratuita y el producto comercial. La primera puede ser copiada y distribuida libremente, pero sólo puede ser usada por particulares y para otros usuarios no comerciales.

“Nuestra intención es que la versión Open Circulation del escritorio de Xandros se distribuya como un virus”, indica Fredrick H. Berenstein, presidente ejecutivo de Xandros, en un comunicado.

La otra diferencia radica en que la versión gratuita no incluye CrossOver Office de CodeWeavers. Asimismo, los usuarios sólo pueden grabar CDs con la velocidad más reducida soportada por el grabador. Los usuarios tienen acceso al foro de usuarios de Xandros, pero no pueden solicitar soporte técnico por correo electrónico.

La versión gratuita de Xandros Desktop Operating System está disponible desde el enlace proporcionado al final de este artículo.

Enlaces de interés:

www.xandros.com

 



Lara Croft en Computer Hoy Juegos

Computer Hoy Juegos presenta la colección de Los Mejores Juegos para PC.Tomb Raider 1st Game

En el número quince de la colección, el juego que viene junto a la revista es Tomb Raider. Sí, es el juego con el que Lara Croft hizo su debut como la mejor arqueóloga aventurera. En esta primera aventura una tipa, llamada Natla de Natla Tech., la contrata para que encuentre tres artefactos diseminados por diferentes lugares, enfrentándose a peligrosos enemigos naturales, como lobos, osos, ratas, T-Rex..., así como a personajes de "carne y hueso", como el pesado de Larson y su compañero. Esos tres artefactos, unidos, completan el Scion. Al unirlos tendrá una visión bastante mala del pasado y que amenaza el futuro de la humanidad, sin embargo, el Scion es robado por una especie de demonio volador que quiere despertar a un ser terrible para hacer cosas malas.

Pasaremos, guiando a nuestra heroína, por muchas y angustiosas pruebas, como también a seres extraños y horripilantes. Cargado de acción, de armas, incluso, si eres sensible, pasarás algo de miedo en esta trama.

Jugarás con las misiones originales de Tomb Raider y con la de su expansión Unfinished Business. Viajarás a los lugares más exóticos y extraños que jamás hayas visto, en una aventura llena de peligros y que te pondrá los pelos de punta, pues la música también te pone en tensión y te da algún que otro susto. Corre, salta, bucea, dispara y disfruta con Lara en este increíble juego de acción, una edición irrepetible del clásico que dio vida a Lara Croft.

Tomb Raider Cover

El juego más la revista, en venta desde el 3 de junio, es el número 39 y tiene un precio más que asequible, 3,99 €. Además incluye manual y guía rápida para jugar sin problemas, aunque lo mejor es jugar sin tener que utilizarla. ¡A qué esperas! Si aún no lo tienes, ¡corre a tu quiosco, YA!

Información extraída de la revista quincenal Computer Hoy y escrito por M.N.Z. para Beatriz de Mesina.



Fox Stinger: GÉNESIS 2.0

Capítulo 22: Erión, un nuevo y enigmático aliado.

Mientras Stinger y Juan Pedro caminaban por las alcantarillas, escucharon unas pisadas que bajaban unas escaleras. Al llegar a ellas, vieron una cueva por donde decidieron ir. Hubo unos temblores y el suelo comenzó a desplomarse. Juan Pedro logró escapar de la gruta pero Stinger cayó. Cuando despertó se hallaba en una celda cerrada. Pudo huir de aquel lugar, sin embargo encontró a un anciano ciego llamado Asuero. Iban a salir cuando una sombra de ojos rojos irrumpió allí seguido de un tipo de bata blanca con la voz exacta a la de Stinger. Éste se asomó para poder verle pero las miradas, la de la sombra y la de él, se cruzaron.

-¡Mierda! ¡Creo que me ha visto! - exclamó susurrando tras apartarse precipitadamente.

-No hay nadie - informó la sombra al de la bata blanca.

-Ese hombre no es malo - dijo Asuero.

-No. Tiene que estar cerca. Siento su presencia, su débil fuerza.

El anciano, al oír la voz del tipo de la bata, palideció, su semblante se puso rígido y se agarró con fuerza a Stinger.

-Ese... Ese es El Doctor - señaló el anciano con voz temblorosa.

-Le tiene un miedo atroz - cavilaba Stinger para sus adentros.

Éste quiso verle la cara mas pensó que antes de cometer cualquier error y ser descubierto, ya que Asuero no le soltaba, prefirió abandonar la idea.

-Doctor, también se ha llevado a Asuero.

-Pobre idiota. Sus buenos sentimientos le conducirán a la muerte. Dudo que llegue lejos con ese lastimoso Metamorfo. Es una carga inútil. Encontradles y mata a Asuero. A Stinger le quiero vivo.

-Como ordene, Doctor - finalizó la sombra con voz suave y sumisa pero a la vez varonil y autoritaria.

El Doctor se marchó murmurando consigo mismo, dando un golpe, al cerrar la puerta, en señal de disgusto. En cambio, la sombra de ojos rojos se quedó allí. Quieto, callado. Stinger recordó que esa sombra podría ser la misma que describió Ely cuando la encontraron con los cuerpos sin vida de aquellas personas que tenía que proteger, preguntándose si en realidad fue esa sombra quien los asesinó.

-Tendremos que esperar hasta que la sombra se vaya - susurró al anciano que musitaba -. Sino no podremos escapar.

Stinger se fijó que el hombre mayor ya no temblaba, estaba más tranquilo aún con la sombra acechándoles. A veces el anciano le miraba a los ojos sin verle y esto ponía nervioso a Stinger. Además le sonreía como si discerniese lo que sentía su joven ayudador.

La sombra comenzaba a moverse, viendo como se dirigía a la puerta. Seguidamente sonó el chirriar de esta.

-Vamos - instó Stinger levantando al anciano -. Creo que ya se ha ido. Intentemos no hacer ruido para no llamar la atención.

-Todavía no se ha marchado - avisó Asuero.

-¿Qué?

Nada más ponerse en pie y voltear la cabeza al frente, se tropezó con la sombra, con sus ojos rojos delante de los de Stinger. Asustado, éste dio unos pasos hacia atrás dándose contra las cajas, dejando sin apoyo a Asuero.

-Sé que vienes a por mí. Este hombre no tiene nada que ver conmigo. Déjale ir.

-Shhhhhhhh, habla más bajo - aconsejó la sombra -. Si hablas tan fuerte El Doctor podría descubrirte. Esto es insólito, os parecéis mucho.

-¿Yo? ¿Parecerme a ese desalmado? Créeme, no somos familia - contestó Stinger -. Entonces, ¿no vas a cumplir con las órdenes de El Doctor? ¿No vas a matarme? Aunque ahora que lo pienso El Doctor me quería vivo. ¿No será una trampa? No sé si fiarme de ti.

-Confía en mí, pronto yo seré... - un ruido sospechoso cortó lo que la sombra iba a decir -. Os ayudaré a escapar.

-No entiendo. ¿Porqué? ¿Qué eres o quién eres? ¿Qué quieres?

-Son demasiadas preguntas para responder ahora. Sólo te diré que me llamó Erión y mi deber es protegerte pero no me preguntes la razón, no hay tiempo para explicaciones.

-¿Ves, muchacho? Te dije que no era malo - añadió Asuero.

-¿Podrá caminar más deprisa? - le preguntó Stinger.

-Dejadme aquí. Como dijo El Doctor, yo soy una carga - les dijo con el semblante triste.

-Ni lo piense un segundo. Usted viene con nosotros.

-¡Rápido! - exclamó la sombra de ojos rojos, Erión, que pensaba para sí: - Sí, estoy seguro que es él - y después abrió la puerta con cuidado.

-Erión, he de encontrar a mis amigos.

-No te preocupes de eso ahora. Les encontraremos. ¡Seguidme!

Segundos más tarde, llegaron los Metamorfos, Los Hermanos Sangrientos, por la otra puerta.

-Sanguilentus, huelo a humano - dijo el de la larga cicatriz en el pecho.

-Sí, Sanguis, yo también lo huelo. Hay mucha gente merodeando por aquí. Debe haber pasado algo... - hizo una pausa y se pasó varias veces la lengua por los labios -. Incluso hay un Metamorfo muy débil. Vaya festín que nos vamos a dar - acababa de decir el Vampiro Metamorfo de las cicatrices en cada ceja.

Juan Pedro, que daba vueltas por el lugar, el cual se veía bastante deteriorado, la escasa luz lo hacía muy tenebroso e inquietante. Llegó a una barandilla. Desde allí pudo ver dos caminos. A la izquierda un muro de hormigón recorría un pasillo hasta llegar a un hueco, una entrada, demasiado oscuro. A su derecha, llegando al final de ese pasillo, cuatro puertas. Optó por esta última. Avanzó por el corredor. Llegando a las puertas observó que, al final del camino y tirando a su izquierda, había una verja que daba paso a unas escaleras que llevaban a la parte de abajo. No obstante para poder bajar, debía tener un pase de seguridad para abrir la verja.

-Lo importante es localizar algún generador de energía eléctrica y luego ya me las apañaré - reflexionaba en soledad.

Miró al techo. Estaba fabricado de pedruscos y de otros materiales que no se apreciaban en ese momento por la lobreguez. En cambio, pudo ver unos conductos de ventilación que atravesaban la verja por encima y que parecía como si la hubieran cortado a propósito. Posteriormente se puso delante de la primera puerta que le vino a mano, en la que ponía un dos en su parte superior. Tras varios intentos por abrirla, sus esfuerzos fueron en vano. Continuó la hilera de posibles entradas o salidas sin ningún éxito. Le tocaba el turno a la última puerta, la más cercana a la escalera. Por suerte ésta permanecía abierta. En su interior, se hospedaba un hombre que, levantándose de una silla y fuera de sí, con la saliva deslizándose por la barbilla y con un cuchillo de carnicero, se abalanzó sobre Juan como un poseso. Éste se echó hacia atrás y le esquivó con dificultad. El hombre perturbado tomó tanto impulso que, al ser esquivado, se topó con la barandilla, la cual llegaba por las caderas, precipitándose en caída. Juan tenía el corazón latiendo a mil por hora y con fuerza. Se aproximó a la barandilla.

-No consigo distinguir nada. ¿Estará ahí la sección Mathril?

Inmediatamente entró en el cuarto de su agresor. Se quedó pasmado. Había una televisión pequeña, un pequeño sofá, una mini nevera, una escueta cama, un baño diminuto y poco más. Aquello era repugnante. Estaba sucio y olía mal, por eso Juan ponía cara de asco.

-Si no hay luz... ¿Cómo es posible que los aparatos funcionen? A no ser...

Ojeó la mini nevera que se mantenía sobre un mueble viejo y estropeado. La cerró apresuradamente al ver algo desagradable. Le dieron nauseas. Le llamó la atención un armario de estatura media. Miró dentro mas no vio nada. Sin embargo percibió un sonido muy parecido al que hace un reloj de pared, casi imperceptible. Por más que investigaba no vislumbraba nada inusual. Por fin resolvió a apartar el armario, descubriendo una puertecita de aluminio manchada y maloliente. Sin miramientos la destapó, dejando a la intemperie una minúscula palanca en el que encima ponía un cartel con un dos. Lo activó, encendiéndose un piloto de color verde. La televisión y la nevera se desconectaron pero seguía habiendo luz en la pieza. Una de las puertas emitió un chasquido. Salió al pasillo. Examinó las puertas y lo que las rodeaba percatándose de que en la parte superior de cada puerta llevaba un número. No guardaban un orden establecido, cada puerta tenía un número aleatorio del uno al cuatro. El número de aquella por la que salió el hombre enloquecido era la uno. Se fue a la puerta dos, la que quiso abrir en un principio.

-¿Qué sorpresa nos deparará tras la puerta número dos? - decía en tono de sorna.

Giró el picaporte, abriéndola con extremada lentitud y cautela.Esta habitación era más pequeña, tal vez por las tantas cajas y estanterías que guardaba, incluso tubos de ensayo y material médico. El suelo estaba lleno de obstáculos que hacían más chunga la detección de algo fuera de lo común. Cajas, papeles, telas, jeringuillas, gasas, tubos de ensayo... Todo esparcido por el cuarto. Como en el anterior, no se apreciaba ninguna clase de interruptor o palanca a simple vista. Debía ser más exhaustivo. Cansado de buscar, se sentó en una de las cajas y todo quedó en un profundo silencio. Cerró los ojos y echó la cabeza para atrás. Poco a poco le llegaba un sonido de procedencia desconocida. Abrió los ojos y se concentró sin localizar de donde venía. Comenzó a tirar las cajas de una lado a otro y arrancó estanterías. No lo ubicaba. La puerta, totalmente abierta, tapaba un trozo de pared notablemente más sucia que el resto. Se arrimó a ella y la palpó, descubriendo el origen del sonido, pues daba una leve vibración. Ahora tenía que romper ese trozo de muro falso. Examinó la habitación por si algo podría servirle de ayuda. Dentro de una caja pequeña, encima de una estantería, halló un pico, de modo que destrozó la pared haciéndola añicos. Era un interruptor con una luz naranja que parpadeaba y, cada vez que lo hacía, se escuchaba el ruido de un reloj de pared. Cuando lo pulsó, otra puerta, la número tres, crujió. Corriendo, intentó entrar por ella chocándose contra un panel en la que ponía Password.

-¡¿Qué es esto?! Parece de locos. Qué suerte tengo... Ahora hay que introducir una contraseña. ¡Esto es una porquería! Espero que algún día mi vida sea un poco más tranquila.

Disimuladamente, la puerta cuatro, situada al lado de la puerta uno y entre donde él estaba, chirrió. Dio unos pasos atrás viendo que ésta se abría. Con su mano derecha apretó el pico con fuerza y con sigilo se dirigió a ella. Se puso contra la poca pared que separaba una puerta de otra y la deslizó para abrirla totalmente. Esperó unos segundos antes de entrar en acción. Se formó un gran silencio perturbador, ni siquiera escuchaba su propia respiración. Con el pico como arma, saltó delante, mirando a su altura. Extrañado, no vio nada. Bajó la vista, se sorprendió dando un pequeño respingo.

-¡Noooooooo! - gritó Juan Pedro.

Alguien se arrojaba sobre Juan Pedro, tirando a este. Todo se puso negro.

¿Qué será lo que ha visto Juan Pedro y quién se le habrá lanzado? ¿Habrá encontrado un enemigo que impida continuar su camino? ¿Hallarán la sección Mathril y podrán escapar de allí? ¿Qué pasará con Stinger? Y ese extraño aliado, Erión, ¿qué querrá? ¿Será verdad lo que le ha contado a Stinger? ¿En dónde estará Ely?

No te pierdas la semana que viene el Capítulo 23: Ely y Juan Pedro, de nuevo juntos. Los Hermanos Sangrientos ayudan a Stinger.

Continuará...

Esta historia es un relato original protegido y creado por Fox Stinger(M.N.Z.)

Nota: Si alguna palabra no es comprendida por el lector, visite el sitio web de la Real Academia de la Lengua Española.