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No soy Beatriz de Mesina... Pero puedo ser tan ácida y corrosiva como ella. Y si no, que se lo pregunten a Wayfarer... Pero, como casi siempre, todo es mucho ruido y pocas nueces.

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Beatriz de Mesina/Female/21-25. Vive en Spain/Madrid/Móstoles/Hospital, habla Spanish. Pasa 20% del día contectado/a. Usa una conexión de Fast (128k-512k). Y le gusta Baile/Cine.
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Viernes, 15 de Julio, 2005

Fox Stinger: GÉNESIS 5.0

Capítulo 53: Un ser oscuro. El Guerrero de La Luz.

Tras una larga discusión por parte de Stinger y Troyana, ésta es secuestrada por un ser muy fuerte y desconocido cuya fuerza era parecida a aquella que Juan Pedro y Ely percibieron en la biblioteca horas antes. Dos días después, Stinger decidió ir a buscar a Troyana mientras que sus amigos se encargarían de debilitar a El Doctor. Por otro lado, El Doctor ordenó a Lilith que cuando Stinger llegara se encargase de él y que cuando Troyana diera a luz le robara el hijo.

Stinger, Ely, Juan Pedro y Erión, fueron en busca de Genéticos o Metamorfos. Hallaron a un grupo de estos últimos. Se enfrentaron a ellos dejándolos para el arrastre. Stinger tomó a uno por el cuello de la camisa y empezó a interrogarle.

-¡Dinos, ¿dónde está El Doctor?! – zarandeaba al Genético que se encontraba debilitado, lleno de magulladuras y sangre verde fluorescente.

-Si te lo digo seré castigado y, lo que es peor, me llevará ante la presencia del Señor Eterno – respondió con la voz temblorosa.

-Comprendo – continuó Stinger -. No quiero matar a nadie. Iros.

-¡¿Qué haces?! – inquirió Ely turbada.

-No todo se arregla con violencia, después de todo son seres vivos y no hay ninguna razón para quitarles la vida. Además ellos nos ayudarán a averiguar dónde está El Doctor.

-Y lo dice ahora – dijo Ely mirando a Juan Pedro y Erión.

Los Genéticos marchaban a paso ligero pero despacio. Stinger se puso a seguirles.

-¿Qué pretende? – cuestionaba Ely desconcertada.

Sin una respuesta, fueron detrás de Stinger. Los Genéticos, por fin, se detuvieron frente a una discoteca. Llamaron a la puerta y un hombre extraño les abrió.

-El tío que les ha abierto... Su silueta coincide con la que nos tropezamos en la biblioteca – mascullaba Ely.

-¿Has conseguido verle? – dijo Juan Pedro.

-¿Tú qué crees? Me fue imposible verle antes y me ha sido imposible ahora. Siento su energía.

-Sí, yo también – agregó Stinger -. Es muy débil pero la siento y, lo que es más, me es muy familiar.

En el interior de la discoteca, los Genéticos se reunieron en medio de la pista con música tecno un poco alta.

-¿Qué os ha ocurrido? Estáis hechos un asco – dijo el mismo tipo que les había abierto.

-Ese tal Stinger y sus compañeros nos atacaron. Son muy fuertes. Querían saber dónde se oculta El Doctor.

-Pobres idiotas, por lo visto no han oído las noticias. En fin, sois unos débiles e inútiles, no acabar con unos simples humanos se merece una gratificación.

De entre la lobreguez, los ojos del que había hablado brillaron de color verde muy fluorescente y a través de ellos lanzó un rayo contra todos los cinco Genéticos que se desintegraron sin dejar rastro.

-Es una lástima que no sea el momento de enfrentarme a ti. ¿A qué esperáis para entrar? Sé que estáis ahí.

Enfocando su atención en la entrada desde el interior y con la música techno alta, Stinger y los demás irrumpieron. Estaba vacío.

-Siento una fuerza muy poderosa. ¿Por qué habrá decidido que la percibamos? – se preguntaba Stinger.

-Hola, Stinger, veo que has sufrido algunos cambios. A pesar de que sigues algo orondo posees una energía potente pero ni siquiera así llegas a mi nivel, mucho menos ahora que he sido modificado por la oscuridad – hizo una pausa y prosiguió: - Erión, me alegro de verte. Espero poder vengarme.

-¿Quién eres? ¿Te conozco? – se interesó Erión.

-Me han contado que veníais para saber el paradero de El Doctor.

-Mejor dirás en dónde se esconde – saltó Ely.

-No te equivoques, muñeca, El Doctor jamás se esconde y menos de vosotros. Al contrario, está deseoso de acabar con la escoria – al escuchar cómo la llamaba se quedó contrariada y el tipo continuaba hablando, ahora refiriéndose a Stinger -. Tu mujer, esa caza vampiros está siendo tratada por El Doctor y tu descendiente será el heredero de la oscuridad.

-Será por encima de mi cadáver – dijo Stinger con total serenidad y confianza.

-Y lo será, ten paciencia. Pero vayamos al grano, os daré una pista. Está en el Palacio de Cristal.

-¿El Palacio de Cristal? – repitió Ely.

-Así es, nena. Yo que vosotros, vería más a menudo las noticias. Bueno, adiós.

-El Palacio de Cristal – cavilaba Stinger -. ¡Claro! ¡Las noticias! Antes del secuestro de Troyana estaban dando la noticia sobre el desplazamiento del palacio y se ha ubicado en... El Campo Norte.

-¿El Campo Norte? – preguntó Ely con un poco de temor.

-Sí, ¿qué pasa?

-Hay rumores de que allí hicieron monstruosos experimentos genéticos y lanzaron una bomba termo nuclear tipo L. Después lo cercaron con un campo de fuerza que se solidifica al instante, cerrándolo casi herméticamente. No sé cómo haremos para pasar al interior – relataba Juan Pedro y, a la vez, lanzaba una cuestión importante.

Mientras hablaban, una sombra indefinida se movía de un lado a otro alrededor de ellos con gran rapidez y sin ser detectado. No obstante, Erión oyó un leve sonido.

-Será mejor que nos vayamos ya. El tiempo pasa – dijo Erión.

-¿Por qué? ¿Ocurre algo? – preguntó Ely.

-Algo nos acecha – contestó Stinger.

Iban a marcharse cuando un niño, de unos doce años, de grandes ojos negros se interpuso en medio. Tenía el pelo rubio con melena.

-Chaval, ¿qué haces aquí? Es peligroso – dijo Stinger aproximándose amigablemente.

-Cuidado, Stinger, no te acerques – sujetó Erión.

Del rostro del niño, salían arrugas a los lados de la nariz, apretaba los dientes con fuerza y gruñía sutilmente. De su cuerpo surgió un aura negra rodeada de rayos.

-Vaya, ese tío nos ha dejado un regalito de despedida - dijo Juan Pedro.

-Desgraciados, utilizar a un niño para luchar. Cobardes – manifestó Stinger enfadado.

-¿Ese es tu problema? ¿No puedes luchar contra un niño? No te preocupes, lo resolveré – dijo el niño finalizando con eco.

El chico inició una metamorfosis. Su cuerpo creó una piel encima de la suya, más dura y resistente que le rodeaba entero y de color azul oscuro. Sus músculos aumentaron así como su estatura. Su cabello se tornó naranja y sus ojos se pusieron verdes fosforescentes. Ante ellos, el extraño ser se esfumó.

-¡Es un Metamorfo! – gritó Juan Pedro.

-¿Un Metamorfo con esencia Oscura? – pensaba para sí Erión.

Stinger pudo verle de refilón pero demasiado tarde para no poder evitar el aluvión de despiadados golpes de su adversario, arrojándole contra la barra, tirando y rompiendo botellas y espejos.

-¿Qué clase de Metamorfo es? – se preguntaba Juan Pedro.

-No es ningún Genético – respondía Erión -. Es curioso, siento cierta afinidad con ese ser – platicaba en voz baja.

-Sí – dijo el Metamorfo parándose delante de Erión, Juan Pedro y Ely pero enfocando su mirada en Erión -. Tú y yo formamos parte del mismo amo, La Pesadilla Eterna.

-¿Qué es La Pesadilla Eterna exactamente? - dijo Erión con curiosidad.

-No es QUÉ, es QUIÉN. Es la iniquidad del Ser Humano, se alimenta de eso. Como nosotros, hermano.

-¡Yo no me alimento de la iniquidad y no me llames hermano! – vociferó Erión exteriorizando sus emociones, ira e inquietud.

-Es la primera vez que veo a Erión comportarse de esa manera. ¿Tan grave es lo que está diciendo? – conversaba Ely con Juan Pedro.

-¿Sólo se alimenta de la iniquidad? – interrumpió Juan Pedro a Ely.

-Curioso, ¿eh? No, se alimenta de la oscuridad, de los miedos, las inquietudes, los deseos, las pesadillas... Lo negativo es lo que le da el poder y pronto instaurará una nueva era.

-¿Qué nueva era? – preguntó Stinger atravesando la barra de un salto.

-No estoy aquí para informaros. Debéis morir, nadie tiene que interferir en los planes de La Pesadilla Eterna.

-¿Es una mujer? Está en el cuero de un hombre - bromeó Juan Pedro con risas e ironía.

El ser se abalanzó sobre Juan Pedro quien fue empujado por Erión. Este se puso a luchar. Al estar medio en penumbra, con los focos yendo de un lado para otro, no veía bien, de modo que se quitó las gafas de sol. Ahora podía combatir al cien por cien, se podía notar la energía que se desprendía en forma de fuerza invisible por medio de un vigoroso viento. Juan Pedro y Ely, que no salían de su asombro, se reunieron con Stinger.

-Stinger – abordó Ely -. ¿Sabías que Erión era tan fuerte?

-Cuando hemos entrenado juntos no parecía que tuviese tal potencial.

Sin embargo, Erión estaba perdiendo el combate.

-Pierdes energía, ¿eh? Eso es porque no estás en conexión con La Pesadilla, es quien nos da el poder por que formamos parte de su alma.

El Metamorfo Oscuro le asestaba un golpe detrás de otro sin cesar.

-Si te mato, regresarás a la oscuridad y renacerás como un ser nuevo -seguía exponiendo el ser.

Tumbó a Erión y se acercaba para darle el último golpe.

-¡Stinger, tienes que impedirlo! – pidió Ely.

-¡No puedo, es mucho más fuerte que yo! ¡Si Erión no ha podido yo no tengo nada que hacer!

-¡Ely, no le presiones! ¡Si no hacemos nada le va a matar! – reprendió y añadió Juan Pedro -. ¡Ayudémosle! – animó a Ely.

Estaban decididos a interceder por Erión cuando Stinger sintió angustia y en su cabeza no paraba de pensar si atacaba o no.

-¡¡¡Noooooooooo!!! – bramó Stinger.

Sus amigos detuvieron su acción al escucharle gritar tan exageradamente y miraron para atrás. Los ojos de Stinger se cambiaron a grises para dar lugar a sus brillantes ojos azules. El pelo se le puso blanco y el Stigma resurgió como ráfaga de luz sobre el Metamorfo, haciéndole más vulnerable.

-¡Esa luz...! – chilló el ser con desesperación y agonía -. ¡Es El Guerrero de la Luz! ¡Los sueños...!

-¿De qué está hablando? – miraba Ely a Juan.

¿Qué asunto siniestro envuelve a Erión? ¿Qué le pasará a partir de ahora? ¿De qué ha hablado el Metamorfo Oscuro? ¿Quién es El Guerrero de La Luz? ¿Stinger?

No te pierdas el Capítulo 54: El dilema existencial de Erión. Llegada al Palacio de Cristal.

Continuará...

Esta historia está registrada y protegida. Es un relato original creado por Fox Stinger(M.N.Z.)

Nota: Si alguna palabra no es comprendida por el lector, visite el sitio web de la Real Academia de la Lengua Española.